Introducción
El desconocimiento de ciertos aspectos de la enfermedad hacen, que tras un diagnóstico de cáncer, se generen muchos interrogantes, incertidumbres, miedos y necesidades ante la nueva etapa que nos ha tocado vivir.
Aquí reflejamos las dudas más frecuentes:
- ¿Es mi cáncer hereditario?
A pesar de ser el principal temor, sólo en un pequeño porcentaje –entre el 5 y el 10% de los casos- se hereda un cierto riesgo de susceptibilidad. El oncólogo recoge los antecedentes familiares cuando realiza la historia clínica y, si existe sospecha, informa a la paciente de los pasos a seguir.
- ¿Son operadas todas las mujeres afectadas?
La cirugía es la primera opción de tratamiento en los cánceres de mama en estadios localizados. El tipo de cirugía dependerá del tamaño, localización y extensión del tumor.
La mastectomía (extirpación de la mama) no siempre es necesaria, en algunos casos, el tratamiento inicial del cáncer consiste en quimioterapia (denominada quimioterapia neoadyuvante), procediéndose a la cirugía tras lograr una reducción del tamaño del tumor.
El diagnóstico precoz ha contribuido a que los tratamientos sean cada vez menos invasivos y las cirugías menos agresivas.
- ¿Cuándo debo plantear la reconstrucción?
No todas las mujeres se reconstruyen la mama, es una decisión y opción personal. La reconstrucción de la mama puede realizarse en el mismo acto de la mastectomía, reconstrucción inmediata, o meses, incluso años, después de la cirugía radical.
La reconstrucción mamaria no es un capricho estético, ni un peligro innecesario: una de las finalidades que tiene es restaurar la imagen corporal de la mujer, lo que le ayuda a enfrentarse de una forma más positiva a la enfermedad.
- ¿Qué es el ganglio centinela?
El ganglio centinela es el primer ganglio linfático que se encuentran las células tumorales al intentar diseminarse a través de la linfa hasta otros lugares del cuerpo.
La técnica de la biopsia del ganglio centinela consiste en inyectar en el tumor una molécula teñida con contraste que se va a comportar como una célula cancerígena, y viajará a través de los conductos linfáticos hasta él o hasta los ganglios centinelas. Si el estudio del ganglio no presenta células malignas, no hay que realizar la disección axilar (linfadenectomía), por el contrario si fuera positivo, el equipo médico le planteará la extirpación de los mismos.
- ¿Qué es el linfedema?
Es la hinchazón que se produce en el brazo de la zona en la que se ha practicado la extirpación de los ganglios (linfadenectomía) causada por la acumulación de líquido linfático.
En un alto porcentaje de pacientes suele aparecer el Linfedema durante el primer año tras la cirugía. Se pueden paliar los síntomas con ejercicios de fisioterapia, manteniendo el brazo en alto cuando se está en reposo, evitando coger peso con ese brazo o tomar la tensión en el mismo. Como el riesgo de infección es alto, también conviene no realizar extracciones de sangre en el brazo intervenido.
Si te extirpan los ganglios, es importante prevenir el linfedema (acumulación de líquido en el brazo de la intervención), desde el primer momento. Pregunta por los cuidados y ejercicios que debes realizar.
- ¿En qué consiste la quimioterapia?
La quimioterapia consiste en el uso de fármacos (habitualmente por vía intravenosa) para bloquear el crecimiento y eliminar a las células tumorales. Cuando se aplica como un complemento de la cirugía se le denomina quimioterapia adyuvante, y cuando se utiliza para reducir el tamaño del tumor previo a cirugía se le denomina neoadyuvante.
- ¿Se me va a caer el pelo?
La mayoría de las quimioterapias empleadas en cáncer de mama producen la caída del cabello debido al efecto nocivo que tienen sobre el folículo piloso. Suele ocurrir en torno a la tercera semana después de iniciar el tratamiento y puede afectar a las cejas, pestañas, vello axilar y púbico, y en algunos casos, a las uñas.
El pelo vuelve a crecer entre dos y tres meses después de haber finalizado el tratamiento con quimioterapia. La mayoría de las veces el pelo nace más denso, rizado y canoso que antes del tratamiento, y se puede teñir, aunque en los primeros meses se debe evitar el uso de tintes que contengan amoníaco.
- ¿Qué es la radioterapia?
La radioterapia consiste en el uso de rayos X, u otros tipos de radiaciones, para eliminar, de forma local, células tumorales en el área en la que se administra, pretendiendo causar el menor daño posible a los tejidos sanos que rodean el tumor.
Es necesaria tras intervención quirúrgica de tipo conservador, a veces también se utiliza tras una mastectomía, normalmente cuando los tumores son grandes (≥ 5cm) o cuando existe afectación axilar importante.
- ¿Cuál es la alimentación más adecuada durante el tratamiento? ¿Se recomienda el ejercicio físico?
Como regla general se recomienda realizar una vida sana y un ejercicio físico moderado (paseos), siempre que las condiciones físicas de la paciente lo permitan. No es necesario “comer más para estar más fuerte” sino más bien hacer una dieta equilibrada rica en frutas, proteínas y verduras. Es preferible comer poco y frecuente, evitando los fritos y alimentos ricos en grasas.
Es aconsejable aumentar la ingesta de líquidos, beber agua abundantemente a lo largo del día es fundamental ya que los distintos tratamientos pueden provocar deshidratación. Es importante tener un descanso nocturno adecuado, con un mínimo de 6-8 horas y evitar en lo posible el estrés. Se debe evitar el alcohol y el tabaco.
Los tratamientos provocan efectos adversos a nivel muscular y osteoarticular, para combatirlo es recomendable un ejercicio físico aeróbico y continuado, equivalente a andar media hora al día unos 5 días por semana.
- ¿Cómo se lo cuento a mi familia?
El diagnóstico de cáncer va a suponer un cambio importante en la vida familiar y cada miembro de la familia afrontará el proceso de un modo diferente.
El contarles cómo te sientes, cuáles son tus miedos y preocupaciones, qué cosas necesitas y cuáles no, les permitirá ayudarte de forma eficaz y sentirse útiles.
Si tienes hijos es importante que hables con ellos y les expliques lo que ocurre.
Sabrán que algo pasa y no es recomendable apartarles, los niños tienen una capacidad de adaptación mayor que los adultos. Cuídalos, pero confía en ellos.
- ¿Cómo manejo mi ansiedad y mis miedos?
Enfrentarse a un diagnóstico de cáncer es una situación inesperada que supone un cambio importante en la vida. Cada persona tiene una forma de ser, un modo propio de hacer frente a los problemas, un conjunto de creencias y valores, y una forma determinada de ver el mundo, y por tanto, única será la forma con la que cada uno afrontará la enfermedad.
Hay tantas reacciones como personas y ninguna es más válida que otra. Se puede pasar por diferentes fases desde el diagnóstico hasta el final de los tratamientos, desde un shock inicial caracterizado por sentimientos de fragilidad y vulnerabilidad, inseguridad, confusión y negación (no es posible, tienen que haberse equivocado), tristeza, depresión, llanto… hasta una fase de aceptación que suele coincidir con el tratamiento y el alivio que supone combatir la enfermedad.
- ¿Es posible tener un hijo después de un cáncer de mama?
Si una mujer desea tener un hijo tras haber padecido cáncer de mama, es importante que lo consulte con su oncólogo, para que valore de forma individual su caso. Se sabe que algunas líneas de quimioterapia y radioterapia sobre la zona ovárica provocan esterilidad.
Sin embargo hoy en día existen técnicas de preservación de la fertilidad (congelación de óvulos, maduración de óvulos en laboratorio, etc.) a las cuales, previa valoración médica, la paciente se puede someter antes de comenzar el tratamiento quimioterápico.
Si te preocupa tu futura maternidad, habla de ello con tu equipo médico antes de iniciar los tratamientos.